viernes, 29 de mayo de 2015

Vía Crucis

 


Valeska Vesteindottir es una vislumbrante valquiria sueca que vino desde Vejbystrand hasta Valencia con su hijita vivaracha de ocho años, Veronika, al velatorio y entierro de Vicente Vargas, un vendedor de automóviles de alto vuelo de la empresa Volvo en Valencia.

Yo, Victoria Valdéz viuda de Vargas, estoy visiblemente sorprendida con esta visita inesperada. ¡Vaya! ¡Qué vergüenza! Mis hijos Vladimir y Valentina (de 27 y 24 años)  como volcanes vomitan lava. Sus voces vibran de indignación. Yo tengo la virtud de no ser una víbora venenosa. Tampoco soy una vieja de verborrea vulgar y menos vengativa. No pienso vilipendiar a la señora Vesteindottir. No sólo mi voz está velada, sino que siento que me va a dar un vahído, pero debo ser valiente y hacer valer mi papel de viuda ante la amante valkiria de Vicente.

Varios años atrás una vidente de Valladolid me dijo que Vícente tenía otro vástago más. Veo que tuvo razón. ¡Qué vaina! La verdad con sabor a vinagre y no a vainilla salió a la luz de mi vida de nueva viuda. Y ésta se está ventilando a voz en cuello en el velatorio de Vicente. La vanilocuencia está vigente entre los invitados. Esto es un vejamen para mí y mis hijos Vladimir y Valentina. Vicente, pero ¡qué viejo verde que fuiste!

Después del velorio y entierro me iré de viaje a Venezuela a visitar a mi amiga y ex - vecina, Violeta Verdaguer, mientras el alma de Víctor vagabundea entre Vejbystrand y Valencia. En breve haré mis valijas para tomarme unas largas vacaciones después de haberle visto la verdadera cara al vanidoso y voluptuoso de Vicente. Necesito un vaso de vodka. ¡Y yo cómo lo veneraba! ¡Qué verraco! Estoy envuelta en una vorágine voraz. Necesito un vaso de vodka y una valeriana para mis nervios.

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Yo, Violeta Verdaguer, como amiga de toda la vida de Victoria te puedo decir que a ella le sienta su viudez. Está volviendo a usar vestidos variopintos y vaporosos. Mis vecinos venezolanos se voltean al verla pasear por la vereda de mi casa.

¡Viva Victoria! ¡Vive la vida!




MARiSOL


VOCABULARIO
vilipendiar: despreciar
vanilocuencia: verbosidad inútil e insubstancial
vejamen: humillación
verraco: cerdo padre


He jugado lo más que he podido con la letra "V"

Un vídeo para sonreir




Imagen sacada de Bing

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